Los prejuicios existentes generan barreras a la adopción de sistemas automatizados, no por falta de potencial, sino debido a visiones desfasadas sobre la operativa diaria.
En este artículo, desvelamos cinco de los mitos más comunes en torno a la automatización de almacenes, aportando una perspectiva fundamentada sobre el papel que la tecnología de almacenamiento puede desempeñar en la eficiencia y competitividad de las organizaciones.
Los cinco mitos más comunes sobre la automatización de almacenes
1. «La automatización de almacenes es solo para las grandes empresas»
Éste es uno de los mitos que más suelen frenar la automatización, pero también uno de los más alejados de la realidad actual. En el pasado, los elevados costes de inversión limitaban la automatización a las grandes empresas, pero con los avances tecnológicos de las últimas décadas han surgido enfoques más flexibles y financieramente viables para las empresas medianas y pequeñas.
Hoy en día, las soluciones escalables y personalizables permiten a las empresas ajustar el nivel de automatización a sus necesidades operativas y de presupuesto, proporcionando retornos tangibles de la inversión, incluso en operaciones a menor escala. Ignorar esta posibilidad podría significar perder competitividad en un mercado cada vez más orientado a la eficiencia.
2. «La automatización sustituye a los trabajadores y elimina puestos de trabajo»
El temor que subyace a este mito es comprensible, pero está algo fuera de contexto. La automatización no debe verse como un sustituto directo de la mano de obra, sino como un complemento que libera a los empleados de tareas repetitivas, extenuantes o propensas a errores.
La introducción de equipos como los almacenes automatizados, que incluyen soluciones como Hänel Lean-Lift y Hänel Rotomat, o incluso sistemas para operaciones de alta intensidad que requieren el movimiento rápido y diario de productos, como Miniload, ha conducido una reorganización positiva de los equipos. Al reducir el esfuerzo físico de los trabajadores y aumentar la seguridad, precisión y trazabilidad de los productos, estos sistemas permiten a los empleados centrarse en funciones de mayor valor añadido.
Varias organizaciones que han adoptado soluciones automatizadas informan de una recalificación de sus profesionales y de la aparición de nuevos perfiles funcionales, algo que el informe «El futuro del trabajo en Portugal: el imperativo de la recalificación», realizado por la Confederación Empresarial de Portugal y NOVA SBE, ya preveía al concluir que «es probable que el 50% del tiempo dedicado a las tareas laborales en Portugal se automatice, y esta cifra podría aumentar hasta el 67% en 2030, lo que implica una importante necesidad de recalificación de la mano de obra.»
La creación de valor pasa cada vez más por la integración de la tecnología y el capital humano. En este sentido, los empleados formados para manejar, supervisar y optimizar los sistemas automatizados se convertirán en activos esenciales para cualquier organización.
3. «Una alta capacidad de picking garantiza un almacén más eficiente»
Es muy tentador pensar que cuanto más rápido sea el picking, mejor será el rendimiento del almacén. Sin embargo, esta asociación de ideas puede ser engañosa.
Tener una alta capacidad de picking no garantiza, por sí mismo, que pueda procesar más pedidos. Si los artículos tardan en llegar al puesto de picking, el operario, por muy eficiente que sea, acabará esperando, lo que pondrá en riesgo la rentabilidad de la operación.
Es precisamente en este contexto en el que los sistemas de almacenamiento automático marcan la diferencia, al acelerar la disponibilidad de artículos para el operario y reducir los tiempos de espera. Estas soluciones permiten alimentar los puestos de picking de forma continua y sincronizada, contribuyendo a un flujo de trabajo más estable y productivo.
La eficacia del proceso de picking depende también de otros factores, como la distribución de los recursos (humanos y técnicos) en el almacén, la integración con el sistema de gestión de almacenes (WMS) e, incluso, la disposición de los productos (slotting).
Evaluar un único indicador de forma aislada puede llevar a conclusiones simplistas y, en última instancia, a tomar decisiones que no se ajusten a la realidad operativa. Es esencial considerar el almacén como un ecosistema dinámico, en el que cada elemento está intrínsecamente ligado a los demás y el equilibrio del conjunto depende de la armonía entre las distintas partes.
4. «La automatización garantiza un funcionamiento ininterrumpido»
La automatización añade un nivel significativo de previsibilidad a las operaciones logísticas, pero es importante mantener una perspectiva realista: ningún sistema técnico es totalmente inmune a los imprevistos o a las interrupciones ocasionales.
Como cualquier solución compleja, los sistemas automatizados requieren una supervisión continua, un mantenimiento programado y una capacidad de respuesta eficaz. Aunque están diseñados para maximizar la consistencia, su fiabilidad a largo plazo también depende de factores complementarios, como la definición de planes de mantenimiento, la existencia de mecanismos alternativos en los puntos críticos del sistema que garanticen su funcionamiento en caso de fallo de un componente importante, y el apoyo de equipos técnicos cualificados.
En VRC Warehouse Technologies, favorecemos la selección de componentes de alta calidad de los fabricantes más prestigiosos del sector. Este enfoque nos permite garantizar que las soluciones que implantamos no solo ofrecen un alto rendimiento, sino que también aseguran niveles constantes de fiabilidad y robustez a lo largo del tiempo, incluso en los entornos más exigentes.
Más que eliminar el riesgo de fallos, la automatización permite una gestión más controlada de las vulnerabilidades operativas. Cuando se integran en una planificación rigurosa y van acompañadas de un soporte técnico especializado, las soluciones automatizadas se convierten en un instrumento capaz de garantizar la continuidad de las operaciones y reforzar la resistencia de las organizaciones.
5. «Solo se pueden automatizar los almacenes nuevos»
La percepción de que este tipo de solución se limita a los edificios construidos desde cero no refleja la realidad actual del sector. Aunque los proyectos greenfield (planificados desde cero con vistas a incorporar sistemas automatizados) pueden ofrecer una mayor libertad a la hora de diseñar la solución, los desarrollos tecnológicos y los casos de éxito en el sector de la automatización demuestran que también es posible modernizar las instalaciones existentes con altos niveles de eficiencia.
La integración de la tecnología en contextos brownfield, es decir, en almacenes ya operativos, es ya una práctica consolidada. Mediante soluciones adaptables, como los almacenes automatizados de VRC, es posible respetar las limitaciones físicas de la infraestructura original, minimizando las intervenciones estructurales y evitando largos periodos de inactividad.
Esta evolución abre el camino a la automatización en contextos en los que habría sido impensable hace unos años, permitiendo a las empresas beneficiarse de ganancias de eficiencia independientemente de la antigüedad o la configuración del almacén.
El camino hacia la eficiencia operativa
Hoy más que nunca, la automatización de almacenes está lejos de ser un concepto exclusivo de los grandes centros logísticos. Cuando se aplican estratégicamente, las soluciones de almacenamiento automatizado resultan ser un instrumento decisivo para desarrollar operaciones más eficaces y sostenibles a largo plazo.
Si desea automatizar sus operaciones, póngase en contacto con nosotros. Nuestro equipo de expertos estará encantado de ayudarle a identificar la solución más adecuada para su negocio, garantizándole una implantación eficaz y adaptada a sus necesidades y objetivos estratégicos.
Fuentes:
Confederación Empresarial Portuguesa y NOVA SBE, El futuro del trabajo en Portugal: la necesidad de reconversión profesional
